Pobre pero rico
Juan Mino era un joven muy pobre del sur de Angola. Cada
día del año 2066 salía a trabajar vendiendo algunos frutos secos en la feria de
la calle principal del pueblo de Evale, que estaba atestada de gente.
El pueblo de Evale se caracterizaba por una gran cantidad
de personas que no sabían leer y escribir, siendo Juan uno de ellos. Había
muchos marginados de la educación, ya que solo los hijos de los adinerados
podían estudiar. También había muchos y simpáticos burros que se usaban para
cargar la leña y los alimentos de los lugareños
Juan Mino estaba cansado de ser pobre y anhelaba una
profesión o ser rico para salir de su extrema pobreza.
Un día cuando iba caminando con su saco de frutos secos a
la feria, encontró un libro negro muy avejentado, trata de leerlo lentamente por
su analfabetismo, una frase del libro que estaba destacada con un color verdoso
medio opaco “vengan a mí para que tengan
vida y vida en abundancia”. Juan Mino se alegró y se sintió muy animado por
esta invitación para ser rico.
El muchacho comenzó a leer este libro negro y empezó a
sentirse rico emocional y físicamente por las palabras nuevas, frescas, de
ánimo y de superación.
Pero Juan Mino, con sinceridad y con alegría en el
corazón, comenzó a decirle a su familia y sus amigos pobres lo que estaba
experimentando. Pero ellos lo desmotivaron señalándoles sus pobrezas, sus
culpas y sus incapacidades. Mino se puso muy triste y deprimido por esas
palabras.
Sin embargo, al día siguiente siguió leyendo ese libro
negro y nuevamente fue animado, con ganas de vivir y se sentía rico como
persona.
Pero un día le roban el libro negro. Mino se puso muy
triste y lloró de pena. Se sienta en la silla y sus lágrimas caían por su arrugada
camisa manchada con un color rojizo. Pero cuando estaba llorando, alguien le
dijo al oído: “las aguas que yo te daré
serán en ti una fuente” y Mino se levantó de su silla de mimbre y enjugó sus
cristalinas lágrimas con el paño con el cual se secaba sus manos y cara por el
calor.
Siente en todo su ser, ánimo, esperanza y un colorido
horizonte de oportunidades y nuevos comienzos. Y levanta sus manos al cielo
diciendo: Gracias, Jesús, porque soy rico y tus palabras permanecen en mí, aunque
no tenga el libro negro.
Al otro día alguien le regaló otro libro negro a Mino. Y
en el año 2090 estudia derecho con honores y a sus 80 años se gradúa siendo el
secretario del tesoro de su país. Juan Mino vivió hasta los 100 años. Siendo
pobre, pero rico.
¡Siempre se puede!
Enrique M.
Chile
http://elhermanoenrique.blogspot.com/
19/7/2020
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