jueves, 13 de julio de 2023

Pobre pero rico


Pobre pero rico

Juan Mino era un joven muy pobre del sur de Angola. Cada día del año 2066 salía a trabajar vendiendo algunos frutos secos en la feria de la calle principal del pueblo de Evale, que estaba atestada de gente.

El pueblo de Evale se caracterizaba por una gran cantidad de personas que no sabían leer y escribir, siendo Juan uno de ellos. Había muchos marginados de la educación, ya que solo los hijos de los adinerados podían estudiar. También había muchos y simpáticos burros que se usaban para cargar la leña y los alimentos de los lugareños

Juan Mino estaba cansado de ser pobre y anhelaba una profesión o ser rico para salir de su extrema pobreza.

Un día cuando iba caminando con su saco de frutos secos a la feria, encontró un libro negro muy avejentado, trata de leerlo lentamente por su analfabetismo, una frase del libro que estaba destacada con un color verdoso medio opaco “vengan a mí para que tengan vida y vida en abundancia”. Juan Mino se alegró y se sintió muy animado por esta invitación para ser rico.

El muchacho comenzó a leer este libro negro y empezó a sentirse rico emocional y físicamente por las palabras nuevas, frescas, de ánimo y de superación.

Pero Juan Mino, con sinceridad y con alegría en el corazón, comenzó a decirle a su familia y sus amigos pobres lo que estaba experimentando. Pero ellos lo desmotivaron señalándoles sus pobrezas, sus culpas y sus incapacidades. Mino se puso muy triste y deprimido por esas palabras.

Sin embargo, al día siguiente siguió leyendo ese libro negro y nuevamente fue animado, con ganas de vivir y se sentía rico como persona.

Pero un día le roban el libro negro. Mino se puso muy triste y lloró de pena. Se sienta en la silla y sus lágrimas caían por su arrugada camisa manchada con un color rojizo. Pero cuando estaba llorando, alguien le dijo al oído: “las aguas que yo te daré serán en ti una fuente” y Mino se levantó de su silla de mimbre y enjugó sus cristalinas lágrimas con el paño con el cual se secaba sus manos y cara por el calor.

Siente en todo su ser, ánimo, esperanza y un colorido horizonte de oportunidades y nuevos comienzos. Y levanta sus manos al cielo diciendo: Gracias, Jesús, porque soy rico y tus palabras permanecen en mí, aunque no tenga el libro negro.

Al otro día alguien le regaló otro libro negro a Mino. Y en el año 2090 estudia derecho con honores y a sus 80 años se gradúa siendo el secretario del tesoro de su país. Juan Mino vivió hasta los 100 años. Siendo pobre, pero rico.

¡Siempre se puede!

Enrique M.

Chile

http://elhermanoenrique.blogspot.com/

19/7/2020

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