Por EM.
“El servir es un mecanismo lubricado con propósito, salud, dinamismo y gozo”
Hay servicios generales. Todos pueden barrer. Limpiar una mesa. Limpiar un baño. Atender. Visitar un hogar. Un hospital. Predicar. Evangelizar, etc. Eso sí, solo algunos pueden ver la electricidad, la construcción, u otro servicio de especialización. Todos somos llamados a servir, en igualdad social, cultural, de edad, económica, académica y de sexo. Independiente si soy obrero, gerente, Dr., general, intelectual, analfabeto, dueña de casa, constructor, Pastor, Obispo o apóstol con todos los dones o diplomas. Todos.
Hermosa Historia.
A principios de los años 90 serví por un tiempo de mayordomo en un centro misionero de capacitaciones para la obra misionera. Realizamos diferentes trabajos en el lugar. También había un Dr. dentista cristiano que apoyaba. Este Dr. llegaba de sus clínicas y se sacaba el delantal blanco y se ponía a barrer y trabajar con nosotros en obras de construcción. Él nos decía con gozo: “Esto es misiones. Esto es servir. Independiente del don, ministerio, talento o profesión”. Esta actitud del hermano dentista me marcó y me mostró el significado de servir, más profundo que el don o talento. Indudablemente esto lo seguí viendo y experimentando en mi vida. También en biografías y vidas de muchos misioneros.
Ayudando en una base misionera de Chile (Jucum), vi como muchos jóvenes profesionales servían a Dios en diferentes labores y con mucho gozo. El barrer, sacar maleza o pintar no es problema para ellos. Es un placer. Un agrado. ¡Y un tributo para Dios!
Cárcel.
Hace poco fui a dar algunos talleres de Superación Personal a varios cursos del colegio de una cárcel. Fue gratificante y hermoso ver a estos reclusos atentos y aportando valor a la clase.
Fui con convicción y como saludo de entrada les dije: “¡Hola Chicos, hoy les traigo muy buenas noticias! Pronto saldrán en libertad y les espera un mejor futuro como personas, familia y para sus generaciones”. Fue sistémica la alegría en los rostros de esos jóvenes.
Les hablé de algunos tips para reducir la ansiedad. Y concluí orando por ellos como personas y por sus familias en libertad. Pidiéndole a Dios lo mejor para sus vidas.
Dones, ministerios, talentos y profesiones.
Los servicios a Dios son diversos. Los dones y ministerios también. Los talentos, oficios y profesiones de igual manera. Pero el servir o el servicio a Dios son primero, son prioridad de la redención, incrustados en el adn de nuestra salvación, por lo tanto, todos los creyentes somos: “soldados” “embajadores” “sacerdotes” “luz” “hijos” “discípulos” y “servidores”.
Jesús.
Ser servidores es un mandato y un ejemplo de vida de nuestro Señor Jesús. Fue el primer servidor en el Universo y en nuestro globo terráqueo. Se despojó y se entregó así mismo por nosotros, “sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres, Fil 2:7”. Que nos enseñó con humildad y sirviendo a los demás. Que lavó los pies de sus discípulos, Juan 13, etc.
Biblia.
Además, la Biblia es un ejemplo de servicio. Sus enseñanzas, sus historias, sus escritores. Dios mismo, como el gran Autor.
Todos somos llamados a servir. ¡No algunos, todos! Esto es independiente del don, talento, oficio, profesión o ministerio.
Beneficios en servir.
Además, el servir dando, agrada a Dios. Le servís a Él. Bendice al otro o a un lugar. Y te ayuda en crear y mantener tus músculos espirituales. Te da propósito en la vida. Te levantas animado y con ganas de avanzar y crecer. Y física y mentalmente te sientes mejor y con mucho gozo. Es decir, más feliz y más bienaventurado, Hechos 20:35.
El servir es un mecanismo lubricado con propósito, salud, dinamismo y gozo.
Bienaventurados los que sirven en silencio y en público. Obvio, con un buen corazón.
Manos a la obra. Hay mucho trabajo. ¡A servir y con gozo!
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Bendiciones
Enrique Martínez
Chile
http://elhermanoenrique.blogspot.com/
2/12/2022
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